La Universidad de La Laguna  y
l'Associazione Culturale
"Harwa 2001" ONLUS
presentan


Tumba de Harwa 2006

 

Localización de los trabajos
a
Febrero
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Abril
 
Quién era Harwa
 

30 de marzo

por Miguel Ángel Molinero Polo

Hoy hemos decidido romper ligeramente el ritmo de trabajo. Estamos ya en la sexta semana de campaña y la energía empieza a fallarnos. ¡Y no sólo a mí, aunque eso digan algunas lenguas “jóvenes”! De hecho, Silvia y yo, junto a los dos restauradores franceses, hemos sido los únicos que hoy hemos ido a trabajar a la tumba. Nosotros tenemos aún muchos textos por colacionar en Pabasa y no podemos permitirnos un retraso si queremos cumplir el programa previsto, por lo que hemos pasado allí la mañana.
El resto de los miembros del equipo han desayunado en el hotel a las 8.30 y han trabajado en la sala que con cierta ironía ya se conoce como la “Harwa Suite”. En realidad, se trata de un ejemplo de arquitectura tradicional egipcia, con cierta modernización. Una escalera a cielo abierto conduce a un segundo piso que es donde reside la mayor parte de los miembros de la Misión. La primera sala es un gran espacio rectangular ocupado exclusivamente por una gran alargada que nos sirve para trabajar por las tardes, cenar, como superficie de cocina cuando preparamos alguna de nuestras especialidades... En torno a esta pieza se distribuyen seis habitaciones cuyas puertas y algunas ventanas abren hacia el interior. Aquí han trabajado ellas, terminando los primeros dibujos digitales, que son la base para la futura publicación de los textos de la tumba.
A principios de esta campaña, Noemí había realizado el primer dibujo digital de las inscripciones de la tumba: el dintel de la puerta que conduce de la Primera Sala Hipóstila a la Segunda. El dibujo puede verse en la versión italiana del diario. Pero no era definitivo porque la fotografía sobre la que está hecho no responde a las condiciones necesarias. Era una prueba sobre la que discutimos las ventajas y desventajas del método que ya se conoce como Epigrafía Digital, y los problemas y posibilidades de su aplicación a la tumba de Harwa. El grupo lagunero teníamos ya experiencia por nuestro trabajo en el templo de Debod, y nos encargaron a nosotros este ensayo, que fue aceptado.
El primer paso consiste en obtener una fotografía digital de la superficie que se quiere copiar. Tiene que tener una absoluta precisión y estar, por tanto, libre de deformaciones. Cuando se trata de una estela pequeña la cuestión es fácil; cuando es una pared de 15 m hay que producir un mosaico de fotografías y unirlas por medios complejos. Una única de altísima resolución sería posible, pero no en el caso de Harwa, donde los pilares impiden que se pueda colocar la cámara a la distancia necesaria para abarcar toda una pared.
Después dibujamos con un programa informático que nos permite ver, en la pantalla del ordenador, la fotografía en una “capa trasparente” mientras realizamos el dibujo en otra que se le superpone. Así, éste reproduce exactamente el original, sin tener que tocarlo –y correr el riesgo de dañarlo– como se hacía antes con los calcos directos sobre la pared.
El resultado puede verse en la fotografía del día. El primer dibujo, ya con las medidas correctas, de las inscripciones de Harwa, terminado hoy por Noemí.
Después, hay que compararlo con el original –se hará en la última semana de trabajo–, y proceder a hacerle correcciones, si fueran necesarias, y pasarlas de nuevo al ordenador. Nuevos tiempos, nuevas técnicas.
 

 

LA MISIÓN


Los miembros
El inspector
Los trabajadores egipcios

 

 

LA FOTO DEL DÍA

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